lunes

2009/09/10 La Psicoterapia de Nuestros Días

Revista "Diagnóstico", Vol. 48, No. 3, julio - setiembre de 2009
Fundación Instituto Hipólito Unanue


Desde una hegemonía casi total a lo largo de tres cuartos del siglo pasado, el psicoanálisis, matriz de las psicoterapias llamadas dinámicas, ha venido considerando la necesidad de adaptar sus recursos técnicos a la realidad objetiva de una patología de variables infinitas en las que no cabe la posibilidad de una intervención estandarizada, por no decir estereotipada. Del original intento de adaptar al paciente a los modos de su técnica, ha devenido, con razonable esfuerzo, en el ajuste de la técnica a los requerimientos del paciente.

Mucho de este cambio, por supuesto, ha tenido que ver con la creciente experiencia de campo de analistas y terapeutas así como con tener que enfrentar los retos de las llamadas “nuevas patologías”, de los “nuevos contextos” y de otras variables. Más allá de los criterios subjetivos de cambio, mucho ha contribuido la investigación en el terreno del proceso y, más aún, en el de la observación de los resultados.

Hasta los años 80, la investigación en psicoterapia era escasa, estaba centrada casi siempre en el esfuerzo empírico, con una observación exhaustiva del proceso pero con poca precisión respecto a la causalidad de la mejoría. Otros enfoques, como las terapias de tipo cognitivo conductual, podían exhibir resultados tangibles desde la aplicación de sus estrategias de trabajo, en particular en lo que respecta al alivio sintomático o adaptativo, pudiendo mostrar mejores y mayores estadísticas de efectividad.

Unas y otras, sin duda, mostraban logros pero dejaban sin responder una serie de interrogantes, como ¿Cuál es el factor gravitante del éxito psicoterapéutico en cada disciplina? ¿Alguna psicoterapia muestra mejores resultados que otra? ¿Cada patología requiere de un tipo específico de psicoterapia? ¿Cuánto gravitan las cualidades personales del terapeuta? ¿Es el paciente, más allá de su patología, un factor importante? ¿Qué tan determinantes resultan el tiempo, el contexto y tantas otras variables? Sobre estas interrogantes, desde diferentes enfoques, diversos investigadores han dedicado, de manera creciente en los últimos años, esfuerzos por encontrar respuestas. La investigación en psicoterapia, tarea ardua y difícil, viene progresando y preocupándose ya no sólo de los resultados sino de qué los originan .

Una de las primeras y tempranas conclusiones de la investigación en psicoterapia es que no existe una significativa diferencia en cuanto a los logros terapéuticos que obtienen las diferentes disciplinas vigentes. Es más, una observación frecuente es que hay una tendencia creciente al uso combinado de recursos propios de una u otra línea teórico-técnica y que, quienes trabajan de esta manera, suelen ser los terapeutas con más experiencia, sin perder el eje de su tendencia escolástica de origen, en una suerte de eclecticismo funcional.

En tanto así, la idea de una manera única de enfrentar el reto de la cura en psicoterapia, va cediendo terreno al trabajo con integración de recursos de distintas disciplinas, en las que prima cierta elasticidad, adecuada a cada caso, en función tanto de la meta como de la estrategia más apropiada para lograrla.

Una mayor comprensión de los trastornos mentales permitió a la psicoterapia orientar mejor sus recursos, ya fuere en relación a problemas derivados de un déficit estructural o a conflictos ligados a la necesidad de represión. La organización de estrategias de respuesta pertinentes, en las que el componente central se juega en el terreno de la creación de un ambiente sostenedor, incluye ineludiblemente a la persona del terapeuta.

Esto está en relación directa con el común denominador en los hallazgos de nuestros investigadores. La conclusión es que uno de los factores más importantes en el proceso de la cura es la calidad de la relación que logren establecer psicoterapeuta y paciente. En este sentido, el aporte sostenedor proveniente de un psicoterapeuta empático, ligado a la disponibilidad de un paciente motivado, lograrán producir el gran factor de los procesos de la cura: la alianza de trabajo o “alianza terapéutica”, dinámica en la que el vínculo logra mantenerse en una simetría funcional en medio de una asimetría alternante.

Por otro lado, con el éxito de las neurociencias en la reciente década de los 90, con el mayor conocimiento de la neuroquímica cerebral, de los neurotransmisores y especialmente gracias al aporte de las técnicas de neuroimagen, se han podido “visualizar” los efectos de la psicoterapia en la fisiología cerebral. Resulta interesante -y una gran paradoja- que los avances en la neurociencia y el mayor conocimiento de la fisiología cerebral estén prestando oportunidad para ir rescatando los basamentos de la teoría freudiana. Como ejemplo encontramos que la teoría del inconsciente se ve refrendada y ampliada con el avance de los conocimientos respecto a las memorias primitivas.

Ya no hay duda de que el mandato genético es modelado por el entorno; que, más allá del aporte cognitivo del entorno sociocultural, el vínculo temprano es indispensable como activador de los potenciales funcionales del cerebro del bebé. Las fallas en este fundamental encuentro constituyen el eje de las patologías de déficit con expresión profunda en la capacidad para relacionarse empáticamente. En este sentido, Eric Kandel, Nobel de medicina en el 2001, luego de investigar el funcionamiento de la memoria, encuentra que es oportuno reencontrar los nexos entre las memorias y los fenómenos del inconsciente, observando en particular lo que atañe a la memoria implícita, a los registros inconscientes que están más allá de la represión freudiana, incluyendo, más bien, los complejos procesos de la organización cognitiva. Sin embargo, el rescate de la teoría psicoanalítica, que permite algún mayor acercamiento a la comprensión de la subjetividad humana, no necesariamente conlleva un aval a sus propuestas técnicas, en las cuales hay mucho por decantar.

Es por ello que, luego de una prolongada sensación de crisis, el psicoanálisis ha tenido que ir integrando en su praxis las variables técnicas que originalmente planteara la Psicoterapia Psicoanalítica. Ésta, en esencia, trata de encontrar formas de abordaje que se adecúen a cada paciente. Las variables a las que nos referimos, por ejemplo, sostienen un manejo diferente de la neutralidad, en favor de una actitud más activa por parte del terapeuta, para poner en funcionamiento los recursos saludables del paciente. En tanto así, se puede concebir alcances terapéuticos con pocas sesiones, en un trabajo focal o de tipo apoyo, formas que antes no eran concebibles como promotoras de los cambios estructurales (cambios profundos y estables que sólo parecían poder conseguirse con la aplicación del psicoanálisis).

El fenómeno de integración interdisciplinaria ha derivado en que, al presente, se hayan constituido grupos que se definen como de Neuropsicoanálisis, entre los que sobresalen los nombres de Antonio Damasio, Mark Solms y Jaak Panksepp, entre otros, quienes han logrado significativos aportes a la comprensión de la subjetividad desde una visión neurofisiológica, que permitirá una mejor base científica para el trabajo psicoterapéutico.


Referencias Bibliográficas

Damasio H. … Tranel D. ... Grabowski T. ... Adolphs R. … Damasio A. … Neural Systems behind word and concept retrieval. Cognition, 2004, 92(1-2): 179-229.

Jiménez, Juan Pablo… El vínculo, las intervenciones técnicas y el cambio terapéutico en terapia psicoanalítica”. En “Aperturas Psicoanalíticas hacia Modelos Integradores”. Revista de psicoanálisis (Internet), julio 2005, Nº 20.

Kandel, Eric… Biology and the Future of Psychoanalysis: A New Intellectual Framework for Psychiatry Revisited. American Journal of Psychiatry 156:505-524, April 1999. American Psychiatric Association.

Kandel, Eric… Psiquiatría, Psicoanálisis y la nueva biología de la mente. Barcelona, Ars Médica, 2007.

Kaplan-Solms… Estudios clínicos en neuropsicoanálisis. Introducción a la neuropsicología profunda. Bogotá, Fondo de Cultura Económica, 2005.

National Institute of Mental Health... Psychotherapeutic interventions: How and why they work. December 9-10, 2002. Rockville, Maryland.

Panksepp, Jaak... Affective neuroscience: The foundations of human and animal emotions. New York, Oxford University Press, 1998.

Solms, M. …Turnbull, O. … El cerebro y el mundo interior. Una introducción a la neurociencia de la experiencia subjetiva. México, Fondo de Cultura Económica, 2005.

No hay comentarios: